MARIO MONTES GIRALDO

QUIMERA

La ví y me alegré,

 me senté a su lado,

miré su cara,

sentí su calor.

 

Percibí sus olores.

El tiempo se detuvo,

mi mente y mi corazón,

andaban desbocados.

 

Me hice planes,

viajé con ella,

disfruté la vida,

nos amamos intensamente.

 

De un momento a otro,

se levantó de mi lado

y pese a mis sentimientos,

sigo siendo un desconocido para ella.

 

MARIO MONTES GIRALDO