Aquel primer beso tuyo,
aún perfuma los rincones de mi alma,
por el se adentraron mil mariposas en mis entrañas
llenó a mi boca de silencios,
y dio, no se cuanta soledad a mi palabras.
Por aquel beso
conocí un pasaje a tu alma,
sendero único para nuestras bocas
luz eterna de nuestros ojos cerrados.
Desde aquel beso, soy mejor,
no sé cuánto pero lo soy,
pues aún perdura esa unión
de tus labios y míos;
si, desde ese beso llevo
tu esencia en mí.