De placer morimos.
Intentar un camino
aún no recorrido.
de ropa no quitada
y piel resguardecida.
De manos agitadas
pobladas de caricias.
De encarcelados besos
buscando libertad.
Un beso muy salobre
dejado entre tus labios,
de mar embravecido
en olas de mi boca.
Y esa sed retenida
por años y la espera
beba agua que te quema
y humedad que provoca.
Y por cálida piel
visitada por besos
voy lento penetrando
por puerta que palpita
y de placer morimos,
¡el uno sobre el otro!