Me prendo un cigarrillo y recuerdo su sonrisa,
esa sonrisa que enloqueció a mil poetas,
y enamoro a mis demonios.
Busco explicación alguna del porque haces eso,
me miras y sonríes,
sabes ya no entiendo eso.
Me siento distinto y a la vez fuerte,
se que cambie gracias a ti,
y eso no fue suerte,
por que lejos de ti será mejor la muerte.
Mi soledad va de mano con tu ausencia,
pero mi mente no niega tu existencia,
mas mi corazón grita y tu lo ignoras,
no se lo que necesitas, pero este mortal te adora.
Debo olvidarte y ser feliz,
no se como,
si tu, de mi vida, fuiste la emperatriz.