El misterio me arrebata tu nombre
y me sopla unos veinte.
En un juego sin moldes
te he nombrado cien veces.
Desconozco los bordes
de tu voz , risa ausente.
Te he llamado sin norte,
al azar y sin suerte.
Desfilaron acordes
cual fantasmas rientes
y tu nombre se esconde
por donde nunca apareces.