Abrazame con el fuego llameante de tu mirada,
tómame entre tus brazos y satisface uno a uno
cada deseo desbordante que hay en ti.
Besa mi alma con la luz reluciente de tu corazón,
empalaga mis labios con tus besos deliciosos,
desliza lentamente tus manos por mi piel sedosa...
No te detengas, no sientas culpa ni remordimiento;
el amor es sincero, la pasión es suficiente.
Permite que nuestros cuerpos desnudos
se regocijen en este mar de frenesí que en esta
noche de invierno los consume...
MAría pureza García Moreno