Se apaga la luz, se cierran las cortinas, se desvían miradas.
Todos caminan por las calles manifestando corazones, piadosos hasta que se rompen.
Muchas luchas se hacen propias y perecen en slogan,
Porque defienden árboles y no semillas en brote.
Aparecen las diarreas sociales,
Y se lucha por limpiar impurezas,
Por tratamientos radicales, y eliminar lo que aqueja,
Se vive en síntoma de agonía, y con narcóticos se te alegra la vida.
Como si fuesen reos, se acorrala a los infecciosos,
El cuerpo no reacciona, no puede asimilar,
No se inquieta, no se inmuta, no escucha su vibrar,
Y así se ahogan luces, las queman, antes de siquiera poder brillar.