Dices que no me he borrado
aquel beso que me diste
que un ritmo descontrolado
en mi corazón persiste
que en mi mente se pasean
estrellitas titilantes
y mis labios se cuartean
áridos, pero anhelantes.
Tienes razón al hablar
a nadie lo niego, no
pero debes confesar
que a ti también te gustó
entonces, por qué buscar
aquello que no se halla
el que ha sido militar
no le teme a la batalla
acércate despacito
que ahora te beso yo
y el próximo muchachito
lo hacemos entre los dos.