Niña, dime niña
ojitos de porcelana,
dime si hay toros bravos
en estas viejas comarcas;
y si están apretujadas
las golondrinas en tu casa.
Niña, dime niña
manitas palomas blancas,
dime si el potro arisco
ya bebe las aguas mansas;
si han peinado sus crines
y si él se dejó de andanzas.
Niña, dime niña
boquita dulce palabra,
si ya me escribió el ministro
y envió piyamas a casa,
y dime si ya el alcalde
emperejiló su corbata.
Niña, dime niña
con tu cabecita de nácar,
dime si aquel jilguero
al que le aliviaste el ala
sigue con tu maestra
la que te llama Esperanza.
Niña, dime niña
carita de lluvia plata,
dime si la sacristía
tiene joyero blanco
alumbrado con velas santas,
y si los perros aúllan
cuando en el templo cantan.
Niña dime niña
pregones de suaves dalias,
dime si los domingos
visten de negro la plaza,
y dime si en los tejados
cantan gallos de lata;
y si de mirlos blancos
ya conoces sus nidadas.
Niña, dime niña
vocecitas de inocencia,
palabras amarga savia,
dime si hay torres altas
que le hacen rondas a mi morada;
y si las diademas doradas
solatornan mi mirada.