Pasa un sueño escoltado,
frunce el ceño y se aleja,
yo le sigo apocado,
él me mira... acelera.
Le conozco de antaño
cuando amaba otras letras,
ha cambiado, he cambiado,
pero él no se acuerda.
Es un sueño ocupado
receloso en su rueda,
por mi vida ha pasado
con su escolta de niebla.