Contemplar de la vida a través de tus ojos su belleza
es un poema que solamente los doctos pueden lograr
debiendo estudiar mucho la santidad de la naturaleza
para que un mortal tenga tu alma y así poder soñar.
Porque eres monumento viviente que lleva grandeza,
una diosa del Olimpo que del cielo pudo feliz escapar,
la prueba de que Cupido puede enviar algo de realeza,
una lección para que los hombres nunca dejen de amar.
Hoy mi vida ha quedado sellada de por vida sin bajeza
porque, lo que soy, ha aprendido como podemos soñar;
cuando mire hacia arriba diré gracias por la delicadeza
haciendo que una soberana entre nosotros pueda reinar.