¡LIBRES!
¡Di! en nombre del amor,
¿¡cuántas cárceles se hicieron,
para encerrar a mujeres
tras barrotes de te quieros!?
Dime, por qué la engañaste
jurándole amor eterno,
y hoy para cortar sus alas
le rompes hasta sus huesos.
Tras maltratarla, quizás...
quizás le digas: \"¡Te quiero!\"
Ella, ¿¡acaso es una cosa,
cosa, de la que eres dueño!?
¿¡Crees que es una marïoneta
sin vida y sin sentimientos!?
¿¡No tiene deseos propios!?
¿¡No tiene propios anhelos!?
¿¡Necesita tu permiso
para mirar algo nuevo!?
Y, ¿¡si no es donde tu miras,
sólo ha de mirar al suelo!?
pero si alza su mirada
tú, ¿¡la matarás por eso!?
¡Ella es una gran mujer,
grande y plena por ser éso!.
¡Dueña de su corazón!
¡Dueña de sus pensamientos!
¡Dueña de sus decisiones!
¡Dueña al fin, de su universo!.
Deja de cosificarla
y de querer ser su dueño,
pues, como tú, nació libre
y libre es, ¡como el viento!