Alberto Escobar

Lilit versus Prometeo

 

 

Desde el orto de nuestra era

el hombre es considerado

el sujeto

de la sentencia primera

que pronunció asombrado

y repleto

de orgullo el dios del mundo

sin que mujer

viera, cuando ahora abundo

en que no ver

mujer es desdén

tal que Dios de ser deja.

¡Sal de tu edén!

Lilit avisada deja

a Adán por Samael

y abandona cual abeja

el panal de rica miel;

Ser súcubo que no ceja

recogiendo la semilla

que el hombre desprecia

en las noches de carencia

las cuales aprovecha 

para crear estirpe

cuyos nombres Lilims son,

hijas de demonios y madres

de vampiros que extienden 

el eterno femenino por toda 

la tierra. 

La mujer es esencia, el hombre

es superficie y vapor.

La mujer es tierra y causa.