Me quejo de los eslabones de la historia
traen infectadas las heridas de la guerra,
y los labios pegados de deshumanidad.
Me quejo de la fosa que sin sentido
espera en el campo santo egoísta
que nos cobra por ser parte de la tierra.
Me quejo del universo del alma
que trae conciencia de lo que soy
en esta bola mezclada de des amor…
deseos de la mítica moneda.
Me quejo del silencio de la memoria.
Solo conocerás lo que deseas conocer
lamentando el cielo nublado de la lucha
Y el tiempo se troncha tras la tormenta.
Antonia Ceada Acevedo