Nunca hay que amar
Sin antes saber perdonar.
Nunca hay que olvidar,
Sin antes saber sufrir.
Tu risa me cautivo,
Tu llanto me entristeció,
Mi amor se te olvido.
Mi corazón se te tiro.
Vale más amar,
y no ser correspondido,
que odiar
sin un solo motivo.
Por eso te escogí
para aprender a a amar,
Pero mi sorpresa fue
Que de ti no me puedo olvidar.
Por eso te dedico
este poema pequeñito.
Para que vieras mi amor
que no lo puedo olvidar.