Te quiero y no es porque lo sienta
Te quiero porque es algo natural
Porque es como respirar
Como admirar las estrellas fugaces
Que se encienden en la noche.
¿Que cuánto te quiero?
Si es mucho o poco
Eso no importa
Como tampoco el agua
Que reposa en el océano
Porque en sí ya es inmenso.
Te quiero porque es mi destino
Porque el Supremo me ha elegido
Para ser tu compañero de por vida.
Te quiero desde siempre
Desde que el sol es compañero de la luna
Desde que los pajarillos cantan en la mañana
Desde que las estrellas pululan en el firmamento
Desde que tus padres se enamoraron
Desde que comencé a crecer en el vientre
De mi hermosa madre.
Te quiero y, a veces, también te amo
Pero no te amo a ti
Porque amarte sería empezar a morir
Hacernos uno solo
Un solo cuerpo, un solo espíritu
Y eso no quiero
Porque la soledad también mata.
Lo que a veces amo, es tu mirada
Cuando refleja mi faz
Amo tus labios cuando están rojos
Y más amo cuando pintas lo míos.
Son esas experiencias las que amo
A ti solo te quiero
Porque para mí eso ya es mucho
Es el límite de mi naturaleza
Los seres como yo solo llegan a querer
Los seres como tú sí llegan a amar
Porque tienen naturaleza celestial
Porque hacen milagros solo con hablar
Porque devuelven la vida con un beso.
Y si algo podría pedirte por quererte
Sería que simplemente, me llegues a amar.