Quisiera ser
la magia en tu vida.
Alguien que hiciera desaparecer
la tormenta
con su mera presencia;
alguien que derritiera el frío
que la tristeza condensa
en tu corazón.
Alguien a quien
no te hace falta ver
para poder sentir.
El fin de tu monotonía
y de tu encierro
quisiera ser.
La alegría en tu mirada
y en tu alma.
Pero mírame,
aquí estoy luchando
siempre a solas
contra tus demonios
y los míos.
Y tú nunca estás ahí
si no es para unirte
a ellos.