Esteban Mario Couceyro

La pluma en el rosal

Quisiera ser alas

para volar

llegar a tu fuente y abrevar

cristalinas aguas

que olviden la sed del camino.

 

Quisiera revolotear tus jardines

juntar los néctares

de las más hermosas flores

y ofrecértelos, en un pequeño

muy pequeño, capullo de amapola.

 

Cuando tuvieses, en tus manos

mi regalo, cantaría los trinos

solo escuchados en el paraíso

del que nadie pudo regresar.

 

Me buscarás en vano

ansiosa, en tus oídos

aún sonarán los trinos

pero solo encontrarás

una pluma clavada

en la espina del rosal.