Una mañana plácida y reconciliada,
Una mañana en el aula penumbroso,
Una mañana alumbrada y callada,
Con cielo quieto y silencioso...
Con las emanaciones matinales
En la pared los rayos reverberan
Los árboles, dorados, otoñales,
Con su fulgor los aires alteran;
El cielo despejado e insondable vierte
La luz de refulgente mansedad
Y con su fondo diáfano advierte
De la presencia de la eternidad..