Amigo de la luna

CALAVERA

Dejó la muerte olvidada

a la humanidad entera.

Vino a poemas del alma

para buscar quien la quiera.

Y aquí encontró verso y rima

que felicidad le dieron,

y zapateó en la tarima...

que hasta los pies le dolieron.

Se deleitó con poesías,

versos sueltos y con prosa.

Y a todo el cuartel, decía:

ya les preparé su fosa. 

Reclutas y coronela,

sargentos y capitanes,

la catrina damisela 

se los llevó como panes.

Dentro de un canasto grande

los puso, uno por uno,

y se fue ande que ande

sin perdonar a ninguno.

 La ingrata parca decía:

no los voy a perdonar,

pero como hacen poesía

les daré trato especial.

Y así, diciendo y haciendo,

en cada fosa pondré,

pa´ que sigan escribiendo,

su pluma, tinta y papel.