Un día despertarás y te darás cuenta que el vaso no siempre estuvo medio vacío,
que no todo pasado fue mejor y entonces verás un cambio en el mundo.
Un día notarás la belleza en las historias de las aves,
caminarás sin miedo observando la sublimidad del firmamento nocturno
y sonreirás.
Sonreirás viendo a los ancianos jugando ajedrez sin preocupaciones
mientras pasan estudiantes que,
ya no tienen otro motivo para marchar más que para regresar a sus hogares,
sonreirás porque la historia siguió su curso sin déjà vus y te darás cuenta que no fue
el mundo que cambió, sino tú.