Viajo hacia mí ser. Busco mis apariencias
vertidas por la magia
paralizada en el intrincado camino.
Absurdos odios, amables humores
extintos en la sobrevivencia
dentro de un mundo esparcido de egoísmo.
Sumergido en él, recibí heridas de muerte,
desangrantes venas de agonía.
Concebí mi devenir en un día
donde los límpidos follajes
me daban frescura, y yo, volátil,
toqué mi espíritu invadido
de ansiedades sin respuestas.