Sombras, sólo
sombras
de nosotros mismos
perpetúan un discurso inacabable
ya que todos los hombres viven el trayecto
de una vida mesurable en el supremo
hombre, también nuestro nosotros
participa del poema
eterno
no robamos, nuestro nombre humano
es indiferente y solo un diminuto detalle
Volvemos a los pasos dados
rectificando la ruta propuesta
aun cuando lo mismo haya sido
dicho, se repetirá por siempre
de ser lo necesario, será lo absurdo
o su contrario
y en lo eterno se develará lo duro
de la indestructible pureza y la estela
de imperfecciones quedará lejana
atrás en el olvido, así que
Aquí
hacerse un nombre
no es grandeza
y como si copiar ya fuera
útil, ningún origen
es más importante que la obra
total que queda, así que para qué
apropiarse de tu voz.
aquello, no es posible
como arrebatarle los haces
a la luz, o evaporar la espuma
de la marea, como quitar de mí
tu amor
Todo es una aliteración de si
y todo es demasiado bruto y vulgar:
vivo, se mueve demasiado
al compás del tiempo que dispara
do una fotografía nublada de
centésima mirada se eleva
a la constelación de lo distante
Lo bello es propiedad del ente
del hombre que no muere
en la muerte del hombre
respalda a los nocturnos
celadores, no te duermas
por la noche, mantente
en la vigilia del secreto
agazapado