No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
Deshojando margaritas,
Y en cada pétalo un muerto.
¿No discrimina tu diana,
la bondad de los excelsos?
¿No escatimas las mañanas,
para robarte un aliento?
No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
No perdonamos la noche,
Que abate al sol en un duelo.
No perdonamos la aurora,
que borra estrellas del cielo…
Ni perdonamos los años,
que arrugan el pensamiento…
No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
Ni te cantan trovadores,
Ni te escriben un soneto.
No te aprecian los autores,
que subliman tus excesos…
Pues de todos los oficios,
no hay ninguno más siniestro!
No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
Si al irte con esta brisa,
volverás en otros vientos.
Como una ola en la orilla,
traerás los nombres de aquellos…
Que el resto de los mortales,
ya no volverán a verlos!
No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
¡Y la gente te imagina,
Como un fatídico espectro!
Descalza, errante, tirana,
trashumante de los tiempos…
Y te imaginan villana,
sobre unos barcos sin puerto…
No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
Hoy los hombres alucinan,
con un infierno Dantesco.
O elevados en un cielo,
lleno de angelitos bellos…
Si en el “Juicio” los pecados,
se cuentan miles o cientos…
No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
Y los hombres se arrodillan,
y le ruegan al eterno.
¡Que se hagan sus voluntades!
Algún milagro discreto…
¡Que acaso el curso de un río,
se modifique a su verbo!
No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
¿Perdonar la mariposa,
si la crisálida ha muerto?
¿O a la semilla preñada,
que se suicida en el suelo?
¿O al león cuando devora,
al más tierno de los siervos?
No puede tener perdón
“No hay perdón y no hay derecho”
Van diciendo los que sufren,
mientras con lívidos gestos,
se persignan en la forma,
de la rosa de los vientos…
Y no es que falte la fe!
Pero sobra el sufrimiento…
No puede tener perdón
Todo aquello que tú has hecho!
Si algo somos cuando llegas,
Nada somos a tu acecho.
No puede tener perdón!
Si de polvo fuimos hechos,
que no es cólera divina…
¡Son los ojos incorrectos!