En tus labios ardientes de prosas inversas en augurios de voz, perdido en lluvias de estrellas y ahorcado en cielos de niebla, navego en barcos de azúcar para comer a trozos tu belleza implícita en los largos cabellos de ciertos personajes que adornan tu cabeza cual diadema de marfil, dura y fría, húmeda en las lagrimas que derramadas en vano se evaporan en remolinos invertidos que fluyen de mis manos, de mi cuerpo abocado al llano alto de tu montaña convexa raída en las orillas de un mantel blanco, anónimo sin voz ni llanto, ni un pedazo de pastel o una cucharada de miel.
Mañana cuando ayer venga al hoy y hace rato valga nada, tarde que temprano cuando gastes las gotas de rocío que quedaron del sueño de anoche, no grites avergonzada de tus soledades ajenas. La prosa porosa de ecuánimes ecuaciones salvajemente salvadas en diatónicas notas de voces susurrante arreboladas en nubes secas de lagrimas que no se evaporaron, vacías de sueños que no se concibieron, esa aullante sensación que te hiela los huesos, y te roe los tuétanos en el fondo de tu alma gastada y vieja, puedes decir mi nombre, puedes pensar que seré tu mártir o tu martirio pero al fin siempre seque las lagrimas de tu rostro y estrujé los brazos débiles de tu miedo, en sollozos mutuos y caóticos, no olvides las gotas secas de sudor errante en tu cuerpo infinito que de mi alma salieron a pasear, en noches de inviernos cálidos y calurosos glaciares, néctar de afrodita tus besos fueron, largos y enormes como el amor que te disimulo pero no te podría ocultar.
Llámame, llévame lejos, lejos en tus alas de espuma húmeda, que el roce de tu piel cauteriza los odios prestados y alquilados, pero no más, no mas de tus lagrimas actuadas y tu fango verbal, de ayer, cuando fuiste y siendo ya no eres ni poco ni mucho, ni corto ni largo, ni aquí ni allá, borrado en besos de antier y te quieros de anoche, que calzan humillaciones y arrastran cadenas infinitas de pecado y errores que se toman de la mano antes de caer al pozo mas hondo y oscuro, lleno de insectos tan astutos como la humanidad inhumana vacía y ahogada, caen y caen años y días pero nunca mas la luz de alegría, un pozo maldito que no conoces pero estas al borde, no pienses que esta vacío, solo es tan hondo que aunque no este lleno caben todos los sueños rotos de la especie humana que creyéndose superior, ni aun hoy deja de desechar lo mas valioso que puede tener, cuidado con los arañielagos trisnorantes*, estas tan cerca del borde que podrían tomarte en su red, hundirte y entristecerte hasta que no puedas levantarte nunca mas.
Se tonta pero no ingenua, ten fe pero no te obsesiones, ten paciencia pero no te duermas, se mía pero no te rindas.