La rosa de tu vida
estará presente en el jardín
de mi preciado sendero.
Eso será siempre que nuestros
cielos conduzcan al mismo cielo.
Y cuando ese inevitable momento
de la separación llegue,
ruego estar preparado para soltarme entero.
De no ser así,
espero poder tener la dicha
de entender que nada es para siempre,
salvo la rueda eterna de este universo
que todo lo muele y lo transforma,
y lo convierte en ese polvo de estrellas
que abarca todo lo que conocemos.
Serán mis días tus días,
será mi sueño tu sueño,
serán mis pasos tus pasos,
viajaremos juntos los momentos.
Y cuando no seamos mas nada de esto
seremos parte del todo,
y libres del todo,
para volver a serlo.
Marcos Sitz