jarablanca

COSAS DEL DESTINO (MICROCUENTO)

COSAS DEL DESTINO

 

Ella nunca fue consciente de que lo amaba. \"Somos amigos\" solía decir.

El día que vio su cuerpo tendido sobre el asfalto, cubierto por aquel plástico brillante, sintió como la Tierra temblaba bajo sus pies, y entonces, lo comprendió todo.

Incapaz de hilar un solo pensamiento coherente, y manteniéndose en pie a duras penas, dio media vuelta y encaminó sus pasos hacia la playa, esa playa que durante años había sido testigo de sus mutuas confidencias.

Sentada sobre la fina arena, con la mirada fija en el horizonte, mirando sin ver, permaneció completamente inmóvil durante horas. Sólo escuchaba el murmullo de las olas, en el que le parecía oír su risa, su risa suave y contagiosa, que tantas veces había alejado sus penas y alegrado su alma.

Al sentir el abrazo de la noche, como movida por un resorte, de repente, se puso de pie.

A la mañana siguiente, nadie pudo entender, cómo una experta nadadora había podido morir ahogada en un mar en calma.

Cosas del destino, dijeron...