Hoy me vestí de aurora
para sentir la vida.
Entrelacé mi mirada al horizonte
más allá del tiempo
para clavar en mi pecho
la mirada ausente del futuro
que me baña en las aguas lisonjeras
del crepúsculo.
Hoy le sonreí a la vida
pisando mil espinas.
Aquellas que quedaron divagando
en un recuerdo insano.
Y en el recodo eterno
de un pañuelo al viento en triste despedida
realizo que el camino ya se estrecha
al despertar la noche.
Hoy mi eternidad se escapa
por las arrugas muertas.
Y aplaude al porvenir
de mi efímera existencia.
Soñando entre las sombras de luces ya marchitas
que un mañana me espera danzando
en la alborada.
Leonardo Henrricy Santiago
Leo Henry
Recluta de la Nostalgia