Con mi pluma herí una rosa.
Su herida emanó un poema.
Hermoso cual fina gema.
Rima al cuanto candorosa.
Trataba de un amor puro.
De una entrega sin reserva.
Entre una preciosa sierva
y el noble príncipe Arturo.
La reina al amor se opuso,
planeó la muerte de ella
veneno en su copa puso.
Vivir sin ella no puedo.
Díjose el muy noble amante.
Cortó sus venas sin miedo.
Un poema triste y tierno.
Donde triunfa el sentimiento,
pues el amor se hizo eterno.