Cuando logres despertar
de aquella fría y oscura noche de tormentos
podrás escuchar el cantar de las aves
que apartan tus lamentos.
Lograrás apreciar
cada uno de los rayos del sol
y olvidarás todo aquello
que algún día te causó dolor.
Borrarás de tu léxico
la palabra cobarde
y conseguirás lo que te propongas
esa misma tarde.
Aquél día al despertar
esa misma tarde
notarás que aquél corazón en ruinas
en llamas, ya no arde.