David Arthur

Metamorfosis

 

 

Allá, donde el cielo y el océano se abrazan,

mis suspiros de tristeza, cual un beso de Rodín,

se difunden el horizonte en colores de acuarela,

pintados por un sol tembloroso,

al hacer su caravana del atardecer

 

Allá, donde las aguas indiscretas de ríos de claridad

arrebatan sus lágrimas derramadas

en una carrera despiadada,

hasta como astillas resplandecientes salpican

mi cuerpo con un chaparrón de caricias

 

Allá, donde brisas leves de verano ocasionan ondas mansas,

llevando nuestras esperanzas sobre alfombras de girasoles,

con sus gorras doradas dan su aprobación,

una bendición a nuestro deseo nupcial

 

Allá, donde un rayo celestial alumbra un lago terrenal,

una laguna de tantación para sumergirnos

en nuestros placeres sensuales,

nuestros cuerpos desnudos vuelven en una ninfa soñadora,

esperando con impaciencia la sublimidad

de su metamorfosis