¡Yo lloro a gritos ¡
para sacar mis penas
esas que van disfrazadas
de amarguras,
que van dejando una estela
de finos hilos de sal albura,
sobre mi faz trigueña.
¡Yo lloro a gritos!
para humedecer mis ojos
que están resecos
de mirar nuestra distancia,
porque es tan lejana
tu presencia,
que sólo se percibe
el aroma de tu ausencia.
¡Yo lloro a gritos!
para que el universo escuche
que eres mi pasión y mi tormento,
que soy alma en pena,
arrastrando una condena,
buscándote en la cárcel de la noche.
¡Yo lloro a gritos!
y con una furia loca
que estremece mi alma
y hace que sucumba
mi espíritu indomable,
por no poder besar tu boca.
¡Yo lloro a gritos!
porque no te tengo
y es tan grande
el dolor que por ti siento,
que se eleva mi sangre
y el corazón revienta,
volando en mil
pedazos o fragmentos.
Felina