Somos una irrealidad pactada
conspirando contra el sufrimiento,
aguantándonos las ganas,
de salir huyendo.
Somos dos mentiras
que juntas se alimentan
de recuerdos vacíos
y promesas huecas.
Quisiéramos una verdad
diferente
a nuestro destino,
para hacer de nuestros anhelos
mucho más que un vicio.
Somos dos extremos
por la distancia
separados
que solo existen
si están abrazados.
Yo te recojo
tu alma del suelo,
tú recógeme
las ilusiones
que se me están cayendo.
Y así sobrevivimos
falacia tras falacia
tratando de colarnos
por un sueño
que nos haga realidad.