Antonela Chiussi

Que el alma a veces.

Dejalo

Que se vaya

filtrandose por tus poros o fosas nasales

Exhalá

y que se escape con tu útimo aliento

que sepa dulce y oscuro, amargo y blando

sacá la lengua y asomá los dientes

y gritá.

Que erupcione desde lo mas profundo

como peces negros de ojos saltones, que al llegar a la boca 

mutan en pajaros de alas rotas que pujan por saltar

pero permaecen, heridos de vertigo

Gritá,

que vibren  las cuerdas 

y hagan temblar

desde la planta de tus pies

hasta el cráneo

Soltalo.

Y miralo desde lejos y en silencio

que el alma a veces necesita entender nuevos vientos.