Jamas habia vistos las costillas debajo de mi pecho... hasta que me dejo.
No sabia apreciar la paz interior y la alegria de la vida... hasta que me dejo.
No sabia que tenia otro yo... hasta que me dejo.
Vivia vivo... hasta que me dejo.
Yo sabia amar y querer... hasta que me dejo.
Yo era yo... hasta que me dejo.