Quiero verme en el cielo de tus ojos
contemplar el fulgor y la belleza,
de tu mágica y límpida pureza
que despiertan del alma sus antojos.
Yo deseo sentir la gran cadencia
de tu risa, tan cerca de mi oído,
percibir de pasión el gran latido
cual susurro de tierna confidencia.
Quiero ser el imán de tus caricias
y que el alma penetren hasta el fondo,
que me cubra tu pelo terso y blondo
cual cascadas de mágicas delicias.
Que tus manos tan finas y sedosas
acaricien mi faz con gran ternura,
de tus labios repletos de dulzura
yo deseo sus mieles tan sabrosas.
Que tu cuerpo magnífico y turgente
junto al mío palpite tremolante,
que me brinde su fuego desbordante
en onírica entrega, muy candente.
Y bebiendo la copa de tu aliento
yo deseo perderme de delirio;
quiero abrir la corola de tu lirio
y en su estambre vaciar mi sentimiento!!
Autor: Aníbal Rodríguez.