Remolinos de otoñales hojas
Mezcla de húmedos olores y rocíos helados de lloviznas
Anunciaban su llegada...
Junto al tétrico Croajan de los cuervos.
Ellos, los cuervos estaban listos, con sus trajes de plumas negras y olor a podrida carne.
Y esas odiosas, las vacas! que no paran de comer y comer, con sus tormentosas campanas, también lo sabían!
El momento se acercaba,
Los sueños se alejaban,
El sol su mirada agachaba,
Y la oscuridad acechaba.
Y ella, ella! La de hermosos cabellos rojos, piel translúcida y olor a rosas muertas en su corazón lo presentía.
El dolor a Soledad la atormentaba y su llegada con ansías esperaba. la soledad que residía entre aquellos frondosos bosques fríos, ausentes,calmos y burlones a su ser enloquecía.
La locura, hasta donde puede llegar? Sola estaba, y ellos lo negaban! Risas y risas, de los que no pueden reír, carcajadas le arrancaban.
La locura la había arrastrado, como el río a la suciedad, el bien al mal. Allí, el láudano que a su corazón hizo temblar
Y sus lágrimas
Desbordar.