racsonando

\"EL COMEJÉN\"

¡Qué extraño!

Lo extraño.

El Comején

leyó con cuidado

mis libros empolvados

de recuerdos.

Uno tras uno,

con esmero

para no ser visto o escuchado.

 

En el día

como un trabajador de aserradero.

atento, pausado.

Tan seguro, tan confiado.

 

En las noches,

noctámbulo sediento

de palabras y de alientos.

Lento, tan pausado.

Tan callado.

Tan seguro.

Tan osado.

 

¡Y yo!

buscando

en las ventanas del cielo,

en el aire de mis dudas,

en las sombras de mis miedos,

en el estertor de su vida

raciones de melancolía.

 

Racsonando  ando.

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