La noche va a fenecer,
mi amado me está besando{
yo le entrego mi querer.
La alborada está llegando
y mi amado me reclama
que nos sigamos amando.
En la cercana retama,
un ave empieza a gorgear
y el sol baña mi ventana.
El me empieza a besar
y es el mismo loco anhelo,
de volver a comenzar.
La noche oculta su velo
y es mayor la intensidad
del astro rey en el cielo.
Y en la luz u oscuridad,
nos seguiremos amando
por toda la eternidad.
Palas Atenea.