nora carbonell

Un suspiro de verano

Y no me podia creer que se hubiera terminado aquel hundir los pies en lo más profundo de la arena, aquel andar con un rumbo pero sin prisa a llegar a él porque por unos días el tiempo no era el dueño de todo lo que hacíamos, aquel reír fuerte, tan fuerte como quisieras sin miedo a que alguien te hiciese callar o te pusiera freno alguno, aquel escuchar las notas de una guitarra por milésima vez y que te pareciesen tan bonitas como la primera, aquel mirarte y con solo eso leer las palabras de aquello que necesitabas de mi yo en tus ojos, aquel bañarse en el mar pintado por la más bonita cara de la luna mientras otros le cantaban como si de lobos se tratasen. No me podía creer que algo tan bueno pudiera terminarse, que las horas pudieran correr tan deprisa como si trataran huir de mi, de nosotros, como si su único deseo fuera agotarse, mientras que todo lo que deseaba yo era que no se acabaran nunca. No me podia creer que aun faltaba un año entero para volver a repetir esa sensación de sentirme tan intensamente feliz para creer que nada tenía limite, para creer que tenia la respuesta de todo y que esta se hallaban en el recuerdo de esos tres días de verano, que se hallaba en simplemente, y tan simple como lo hacéis, quereros a vosotros.