Flechas que vuelan por lo alto de nuestras cabezas
mientras nadie mira hacia atrás
recojen las manos de los niños
los hilos invisibles que aún los cuidan
banda sonora
colorida de intento
se escuchan voces
susurrando en el tiempo
una esfera es la matriz de nuestra vida,
queridos hermanos del futuro que viajan desde lejos,
vienen del pasado,
trayendo la moraleja amarga
del acto sin amor.
Hay un maná escondido en los suelos
siempre avistados por quienes animan sus almas
por arriba del padre sol
que caiga su bendición
abriendo nuestro pecho como un rayo
proveyendo la sabiduría precisa
en esa ecuación que se balancea
la matemática en estos filamentos
que salen despedidos de los dedos
Nos espera el Jaguar,
mirando nuestra inválida manera,
a nuestra izquierda ya sabes quien,
no hace falta que lo recuerdes
¿o si?
Imagen de uno mismo,
ya nada profetizas,
rompimos el hechizo exacto
de las interrupciones inconstantes
pero siempre acertaban donde seguir escondiéndose
por eso,
guerrero,
deja que las manos se junten,
que esos seres alzan el sol,
reconocelos,
nadie nos pide un culto a lo oculto,
pero observa conoce,
porque también nos espera la serpiente,
hermana de la mente fría
los caminos antiguos,
eso que nos decia,
del futuro.
Benevolencias a algún humano que te da alguna cercanía con el mundo de los espíritus,
eso es,
el sentimiento lo que ofrece el poder ver,
entregando la atención,
vuelca el foco,
en 180 grados estarás vos,
junto a esas fuerzas,
aliadas,
solo decide lo que ya decidió,
mientras los pasos siguen peregrinando los desiertos
en busca de agua para beber,
mientras los cactus esperan que alguien quiera oir
siempre se teje la tramita linda fina
para que cada uno tenga lo que se anime a osar entregar.
Algún pincel está derramando sus creaciones por nuestros ojos
que orbitan por el espacio
esfera consciente de sí misma,
es una...
y tantas a su vez,
por eso la libertad,
es elixir sin gusto.