Eres tan pequeña y bella como la rosa,
Siempre tan linda y afanosa,
Siempre haces el intento,
De llegar a mí, que te traiga el viento.
Con ahínco y anhelo,
Por llegar a mis brazos desde el cielo,
Para llegar a mí como la aurora,
Estar conmigo con tu luz que enamora.
Ocultando el sol con tu dulzura,
Para abrazarnos y dormir en la habitación oscura,
Donde la noche y el amor murmuran,
Escribimos esa bella historia Dios con su pluma.
Jugueteas conmigo como mariposa,
Con tus alas tiernas y hermosas,
Traviesa, errante y esquiva,
Trato de atraparte pero estás en mi corazón cautiva.
Abrazados en una nocturna melodía,
Reina entre nosotros el amor y la armonía,
Inundamos la habitación de embelesos,
Te doy con amor y cariño muchos besos.
“Me fascina tu piel linda y suave, tienes el toque que Dios le dio a las aves, perdurará esa infinita llama, la que vive en nuestros corazones que se aman.”