Steylan Montilla

El ocaso de una tarde de verano

Él, sujetó dulcemente mis manos

me llevó a donde muere la tarde

donde el ocaso destila su aroma

y con pasión se sellan los pactos.

 

Y fue en el preludio del ocaso

de aquella linda tarde de verano

donde se anidaron los recuerdos

de su pasión y mi completa entrega.

 

En esa tarde de verano

TODO....El y yo lo inventamos

tanto que aún llevo impregnado su olor

de su fragancia siento que aún respiro

y mis poros todavía la destilan.

 

Inolvidable tarde rosada

en la pequeña casa de la playa

en mis sentidos se volvieron eterno

el sonido de las olas, y sus besos al compás de ellas.