Quizá lo normal del día es ver su foto
y no atrever me a decirle nada.
Quizá lo más poético del día
sea ver el amanecer desde el autobús
rodeado de miradas vacías.
Quizá lo más triste del día
sea ver cómo se convierte en rutina
el intento de acabar con la rutina.
Quizá, quizá me vaya a dormir ya,
y deje al mundo en paz con su monotonía
y su absurdo aunque poético contraste.