Caminamos sin sol por el verano.
El verano es la arena sin frontera,
húmeda a trazos con tu pies foráneos,
rugosa y detenida en piel ajena.
Calcáreo espejo de mi voz sedienta,
haces de luz vertidos por tus manos,
lámina tersa, espuma no despierta.
Caminamos. El sol cayó del mar abajo.
Iremos cual fantasmas exilados
contando los trayectos que nos quedan
en la memoria azul del gris pasado.
El verano es hoy la nueva tierra.