Sobre los llantos y las risas,
gobierna el centro de la cordura humana.
Porque el humano es vano en alegría,
y engañoso en sus palabras.
La sonrisa es sometida
a las matrices del tiempo,
del odio y del amor.
La agonía es infinita
con tropiezos de exaltación.
Si los niños ríen bruscamente
cuando tocas su corazón.
Entonces dime:
¿Y el adulto porque ríe?
Ríe porque recuerda que río.
El aroma de las palabras
vuela a través de la sonrisa.
¿Qué clase de magia esconde
la curvatura de una boca?
Digresivos poemas se equivocan
al hablar de brujería.
Sin duda alguna el destino nos evoca
a una eterna alegoría.