Adrian Labansat

MUDANZA

 

La vecina se persigna en la puerta

el carnicero ha venido a cobrar el alma destazada

las ventanas agitan las cortinas diciendo adiós

el camión de mudanzas gruñe con impotencia

la maleta vocifera repleta de ropa

las cajas guardan silencio y libros

Soledad me espera en la banqueta

por el retrovisor miro el pasado marchando al futuro.

He tirado en laberintos tus cartas

las he afeitado antes para que fueran más blancas

para leérselas a la tarde que las ha desoído

tal vez el calendario las corrija con el tiempo

con los años quizás se conviertan en un forastero

el porvenir quizás un día les llame olvido

aunque en la eternidad perdure lo mucho que he perdido

esa tarde, las risas, los lloros, lo bendecido, la lista de la despensa

ese haber caminado los domingos

ese haber envejecido

el torpe amanecer bebiendo café

la calle como llanura,la risa colgada de los alambres

tú agitando la mano en las mañanas, casi como un consuelo,

ese haber sido feliz.