Quisiera contemplarte otra vez desnudo
En ese invierno en que el viento te desojó
Quisiera contemplarte otra vez sonriente
En la primavera de mis quince años.
Cuantas caricias compartimos juntos
Leyendo poesía, antes del amanecer
Vibraste en mi alma como un zumbido
Tus palabras calaron hondo en mi ser
Anhelo esos días de dichas destrezas
Donde jugábamos en nuestro jardín
Ahí donde las rosas observaban nuestro canto
que se ha perdido en el sendero del ayer
¿Qué siluetas puede recordar mi alma?
Si te has escondido y no regresarás
Sólo vestigios dejan tus ramas
Tiradas en el suelo, basura serán
Hazme compañía en mi aguerrida noche
Cuida mis lágrimas ante el daño otoñal
Anhelo verte al interior de la bruma
Contemplar tu presencia, tu libertad
Si la sabia espumosa, que corría por tus venas
Fue succionada por los cuervos del mañana
¿Qué me queda a mí de nuestro existir?
Solo tu recuerdo, no lo quiero aceptar
Imaginar que aquel columpio infantil,
formó nuestros primeros lazos de amistad
Y nos hizo ver más allá de la luna
detrás de una noche oscura
¿Cuántos duendes se escondieron en tu interior?
¿Cuántas abejas se guarecieron en tus flores?
¿A cuántas ardillas serviste de inspiración?
Los números se van, tú descansas
Amigo, es la paz que te quiero dedicar
Y triste no te vi nunca en la vida
Gracias por darme la plenitud y tranquilidad
Prometo preservar tu alma, cultivar tu luz