Las palabras son solamente letras,
que usadas de la manera correcta
pueden expresar de una u otra manera,
lo que nuestra mente decirnos quisiera.
Pero a veces las palabras faltan
cuando queremos mostrar sentimientos
o cuando son solamente lamentos
los que nos agobian en tormentos.
Y qué decir de aquellos momentos
en los que, felices y contentos,
festejamos hasta el agotamiento
y desbordamos alegría en portento?
Sobran las palabras en el concierto
de risas y abrazos, de júbilo eterno.
Y las frases simples de amor sincero
son como estrellas en el firmamento.
Mas a veces abusamos por exceso
Al querer usar un florido verso.
Enredamos a nuestros pensamientos,
en disertaciones sin fundamento.
Exagerando el uso de los verbos
adverbios, gerundios y todos esos,
Usamos grandilocuencias en portento,
Que nada nos dicen en su sustento.
Confundimos belleza con lo ostentoso
Vemos grandeza en lo pomposo.
Olvidamos que la cursilería
es sinónimo de huachafería.
Y habiendo dicho todo ésto,
Debo mencionar algo, que es muy cierto:
Se ponen muy hermosas las letras,
Cuando desde el alma cantan los poetas.
Le ponen música y entonan sus versos,
Nos roban una sonrisa, adornan un beso.
Ya quisiera cantar yo a mis amores,
Como lo hicieron los grandes autores.
Cantarle a la vida, a la naturaleza,
Al mar, al sol, el cielo y las estrellas.
Pero vale el esfuerzo, seguiré escribiendo
Mientras mi alma de niño, persiga sus sueños...