Black-roses

Me recuerdas

Me recuerdas a mis días:
siempre monótono y gris.
Duradero como la eternidad
de quien pertenece al hastío.
Así eres: doloroso.
Una vez despliegas tus alas y el Sol envidia tu luz.
Luego te conviertes en mis noches:
explosivas y patéticas en el sentido de la emoción.
Silente, así eres, como la procesión que por dentro se lleva.
O nos lleva, quién sabe.
Me recuerdas a un eclipse,
de esos que uno ansía admirar.
Tan lleno de luz por dentro
y rodeado de tanta oscuridad.
Leve y efímero
como la felicidad cuando te atraviesa la espalda
y te desgarra el corazón.
Me recuerdas a mí
cuando era parte de ti
y me convertí en la nada
que desprendían mis ganas ilusas
de hacerte feliz.
Y mírame,
mírate,
míranos.
Intentando llenarnos de todo,
la nada nos invadió.
Y ahora me recuerdas a la nostalgia:
siempre en brazos de la melancolía
y los anhelos.
Como tú,
como yo,
como nosotros.